Es curioso ver como el progreso tecnológico ha llevado a una gran mejora de las condiciones sanitarias. En el último siglo la esperanza de vida ha progresado de forma espectacular, principalmente gracias a mejoras sencillas en las organizaciones de las ciudades (servicios de agua potable y alcantarillado, por ejemplo), pero también a la investigación de nuevas medicinas y nuevas técnica médicas o quirúrgicas.

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